19 agosto 2011

Di Masi, el Paleontólogo



Según la información, en un libro de inminente aparición, el concejal Gabriel Di Masi (Denarvaísta), aborda el tema: “El colorado y la extinción de los dinosaurios”. En el capítulo referido al Homo Lanusensis, habla de las especies extintas como el velociraptor Larrazensis, el Gliptomesiasdonte, el Teodosius lameculis grieguensis y el Arandicus mesopotamis, además de especies, relativamente jóvenes como el Arrastraptor Nosiglius, el magalopusgansus Moreausense y el Federensis Storanuis. Especies que se han conservado gracias a su poder de roscatis politicum, aunque solo les sirva para sobrevivir y no para la procreación de subespecies. En ese sentido, cabe destacar la aparición, según el estudio, del Bursesis Obedientis, que surge para intentar la recuperación de los foros perdidos del Folinus Darienssis, especie que conserva características de mutación por la que puede conservar puestos, aunque sea en minoría. Recomendamos su lectura para entender las últimas elecciones.



 

16 agosto 2011

Darío revalidó sus títulos


Nada hacía suponer un riesgo para la continuidad del gobierno de Darío Díaz Pérez. Solo algunos agoreros podían vaticinar una posible duda, respecto de las posibilidades de Omar López de restarle poder al intendente que, con un aplastante 45%, dejó abierta la puerta para Octubre y su factible reelección. La misma que entonaban sus militantes, horas después de terminados los comicios en el lujoso salón donde fueron ingresando algunos funcionarios, visiblemente cansados (Por las horas de trabajo y por la tensión) Uno de los pesos pesados del oficialismo, admitía, “Ahora hay que sentarse y definir que gobierno queremos”. La cuestión no es sencilla. Darío tuvo momentos de tensión porque no supo escuchar a los aliados, a la gente y a la prensa que le mostró sus errores. Se internó en su oficina blindada y solo recibió a aquellos a quienes se le medía la “radiación”. No era el Darío que supo caminar y subirse a las caravanas con su pullover colorido y su confianza a pleno. Reconocer que ganarle al último dinosaurio peronista lo arrastró a un espacio donde las exigencias aumentan desproporcionadamente, le sirvió para excusar sus faltas y debilidades, pero después de casi cuatro años, es inmoral seguir con el versito de la herencia recibida y los gorilas criticones,  “La gente me vio, rubio, alto y con ojos celestes”, explicaba. Darío no necesita ser rubio, alto y de ojos celestes. Darío es Darío. No puede ser, ni más ni menos, que lo que es. A menos que el mismo disponga lo contrario. Le ganó, merecidamente, al cacique, al hombre que veneran los que vivieron de él. Darío renegó de Quindimil y logró imponer su nombre. ¿Lo dilapidará por no sentirse ala altura de las circunstancias? Quizás, otros  respetan a Darío más de lo que se respeta a si mismo, sin embargo, nadie tiene respuestas más claras que él. Nadie sabe erigirse y contestar, ni dar soluciones, como él. Ni la tormenta despiadada, ni las piedras, ni el asesinato de dos ancianos, pudieron con la intención de voto de la gente. ¿Lo sabe él? Debería saberlo, si es que pretende convencernos que es la mejor oportunidad. Queda por delante, la votación de Octubre, esa vez no será un censo, una encuesta, y lo que se defina será definitivo. De Darío depende que creamos en un cambio. Sería bueno que comience con su gabinete de impresentables e ineficaces. Al menos lo declarado a la prensa, parece sincero: “Ninguno de mis compañeros tuvo el distrito que tuve yo y eso fue dicho por ellos mismos. La destrucción era grave”, destacó Díaz Pérez a la vez que se preguntó “¿Por qué la gente va a estar aplaudiéndome en un 50 por ciento a mi?”.
Como bien supo definirlo, Cristina es gestora de hechos, no de roscas y es probable que esta buena elección le abra las arcas nacionales para terminar alguna obra de las iniciadas y proyectadas, con eso le bastará para seguir creciendo. Los que queremos un Lanús pujante y moderno, esperamos que así sea. No nos mueve la política, sino el corazón, es hora que lo vaya entendiendo, él y los que habitan su círculo de baba.