10 agosto 2010

Muerta, pero de miedo

La mujer ingresó al ascensor municipal, el único que funciona, pensando que estaba en el primer mundo. Pronto descubrió, con horror, que estaba en el municipio de Lanús. El ascensor se descompuso, como suele hacerlo todo aparato que carece de mantenimiento, y la mujer entró en pánico. Su afección, un mieloma, complicó el cuadro. Solucionado el problema del ascensor, la mujer fue trasladada a un centro asistencial. Enterado el Secretario de Salud Municipal, Dr. Luis García, se interesó por la suerte de la mujer y llamó al Hospital Evita, preocupado porque la información recibida, hablaba del deceso de la víctima. En el Evita le confirmaron que no habían recibido ninguna paciente del municipio, pero surgió la información que estaba en la Clínica Cruz Blanca. Allí pudo conectarse con un facultativo que atendió a esta señora, quien le aclaró que la mujer fue medicada y se retiró a su domicilio sin ningún trastorno extra. Esta vez, Darío, no tuvo que salir a explicar nada.

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